¿Qué funciona para las marcas, adaptarse o destacar?
Las marcas se sienten cada vez más cómodas produciendo contenido grabado con teléfonos, reflejando la estética de las redes sociales a sus usuarios. Pero, ¿grabar con un teléfono sigue siendo auténtico para las audiencias? ¿Qué papel juegan los valores de producción cuando todo empieza a verse igual?
No hace mucho, durante el dominio de la televisión, las marcas producían spots profesionales de 30 segundos explicando por qué deberían ser elegidas. Estos comerciales diferían en estilo, función y efectividad, pero más o menos compartían la sensación de ser una corporación hablando a sus clientes. Todos sabían cuál era su lugar.
Con el avance de cada nueva plataforma de redes sociales, esta dinámica se fue desdibujando. Las marcas ahora se presentan como personas; usan un lenguaje amigable, te envían memes, etc. El panorama cada vez más fragmentado del contenido les da una conexión directa con la cultura y con consumidores que, a su vez, se presentan como marcas.
La autenticidad: un commodity en la batalla por la relevancia.
Y casi siempre, funciona. Es la razón por la cual los influencers, creadores y el contenido generado por los usuarios son particularmente populares: permiten a las marcas transmitir su mensaje de manera auténtica, con la seguridad que brinda la distancia creada por la participación de un tercero. Basta navegar unos segundos en las redes para encontrarte con un anuncio filtrado a través del lente de la influencia. El contenido en sí también puede reflejar el lenguaje visual de los usuarios.
El ejemplo de Apple:
En determinado momento, Apple supo que las audiencias interactuarían más con imágenes que fueron #ShotOnAniPhone (grabadas con un iPhone) que con contenido que ellos mismos produjeran.
Como resultado, el contenido de marcas grabado con smartphones se normalizó en todos los canales, reflejando rápida y económicamente la estética de las redes de vuelta a sus usuarios. Esta estética se convirtió en sinónimo de autenticidad y, por lo tanto, de interacción, para las agencias y los departamentos de marketing.
Pero a veces, se necesita algo más
¿Grabar con un teléfono sigue significando autenticidad para las audiencias? ¿Cuáles son los efectos secundarios de homogeneizar el medio con el que se graba el contenido? ¿Cómo evitar fundirse en el fondo por intentar encajar?
Es acá donde los valores de producción aún importan. No hablando de “low-fi” o “premium”, sino hilando más fino: elección de lentes, guión, movimientos de cámara, iluminación, actuación, sonido, edición, etc. Sin tomarse el tiempo para trabajar esto, perdemos la capacidad de ajustar los elementos que influyen en cómo reaccionan las audiencias. La creatividad se limita y los feeds se inundan con contenido que se ve y se siente igual.
Una cámara de teléfono tiene su propio lenguaje visual. Ya no son low-fi: su calidad es comparable a algunas cámaras de nivel “prosumer“. La gran diferencia es que sugiere un sentido de autoría y la presencia de una persona detrás de la cámara, algo que no sucede con equipos de cámara dedicados. Si suma al enfoque creativo, es la elección correcta. Si no, probablemente hayan mejores opciones, aún considerando presupuestos limitados.
Beneficios de planificar la producción de contenidos
En proyectos donde estas consideraciones no se abordan desde el tratamiento del director o un plan de producción, las agencias deben asegurarse la integración en el proceso, guiadas por departamentos creativos con experiencia en este ámbito.
Se podría pensar que este enfoque parece menos nativo en redes sociales, causando rechazo en las audiencias. Durante un tiempo, eso ha sido en parte cierto desde un enfoque simplista, aunque ahora avanzamos hacia una carrera estética y presupuestaria hacia lo más bajo. Se avecina una inevitable reacción en contra de este tipo de contenido y un rechazo a la personificación de marcas entre las audiencias.
Si las marcas quieren interactuar con el público en las redes, no necesitan ser nuestros amigos. Solo necesitan ser más entretenidas que la siguiente opción en el feed.
El ejemplo de Burberry
En una narrativa sencilla, se propone para redes una serie de contenidos bajo el concepto “Siempre es temporada de Burberry”. Figuras del mundo del espectáculo lucen una prenda de la marca en situaciones cotidianas, casi espontáneas, con el soporte de una producción audiovisual de máximo nivel.
La idea de contenido de marca ha tenido algunos comienzos en falso a lo largo de los años, pero estamos entrando en un momento en el que los hábitos de las redes hacen posible que las marcas participen de maneras más variadas, con menor riesgo y mayores recompensas. No es fácil de lograr, y el contenido de baja calidad seguirá desapareciendo sin dejar rastro, pero es trabajo de las agencias ayudar a las marcas en este aspecto.
En la batalla por la atención, quienes basan sus decisiones creativas y de marketing en el impacto deseado en la audiencia, resistiendo la tentación de priorizar el menor costo de producción posible, serán los ganadores.
Combinar ambas tendencias: el ejemplo de Adidas
Un ejemplo que combinó ambos lenguajes fue la tendencia FOOH (faux out of home). Funcionó porque era contenido a la vez simple y entretenido: combina la estética de filmación de teléfono y CGI cuidadosamente producido. Esto luego evolucionó en ideas como los teasers de zapatos flotantes y la “Adizero Pro Evo 1” de adidas Running. Pero cuando se ha hecho algunas veces, el factor de novedad disminuye y es hora de pensar lo próximo.
Otro ejemplo de FOOH: The North Face en Londres
The North Face Campaign (Big Ben, London) pic.twitter.com/ZnYRn0I282
— Shtreetwear (@Shtreetwear) November 9, 2023
Las cosas se mueven rápido hoy y los apetitos cambian rápidamente. En la era post-autenticidad, las marcas necesitarán reenfocarse en los viejos valores de destacarse en lugar de adaptarse, para brillar sobre el ruido de fondo.
Foto de portada por cottonbro studio