Son muchos los proyectos de “Cápsulas de Tiempo” que se han hecho a lo largo de los últimos 100 años. El hombre, en su intento de trascendencia, construye mecanismos que superen, desafíen o por lo menos, soporten el arrollador paso del tiempo.
Concreto, plomo, titanio, cemento, carbono, y algunos otros materiales que la época pudiera poner al alcance de los ingenieros con la garantía de durabilidad, eran utilizados para construir recipientes que albergaran nuestras huellas. Discos de carbón con las voces de los mejores cantantes de ópera del momento y un gramófono de activación manual con las instrucciones para ponerlo en funcionamiento (Ópera de París – 1907) o un automóvil Plymouth Belvedere del 57, enterrado con algunos litros de combustible y desenterrado hace pocos años (Tulssa Oklahoma).
La lista es extensa y estas cápsulas han existido con fines históricos, recreativos, o como un extraño y necesario mecanismo que nos permita dejar un hito que refiera y relate algo, por más pequeño que sea, de nuestro presente. Y Argentina tiene su cápsula?
En Argentina está en marcha ahora, nuestra propia y personal cápsula. El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en sociedad con Teléfonica de Argentina y bajo la dirección general de Julián Gallo lanzó el proyecto, “Cápsula del Tiempo 2210”.
En qué consiste? Un archivo digital compuesto por una cantidad determinada de discos Blue-Ray que albergarán la información que todos aquellos que participen decidan aportar (fotografías, escritos, música, escenas de una película, etc) todo lo que tu imaginación pueda convertir en bits es apto para ser guardado y custodiado por los próximos 200 años en está cápsula de tiempo.
Cualquiera que se registre accederá a un espacio dentro de la cápsula y podrá guardar lo que quiera. Una vez realizado el aporte ya no se podrá volver atrás, ni retocar o editar nada de la información entregada. Los discos serán guardados en recipientes de vidrio Pirex herméticos, sellados con Teflón y depositados en un recipiente de Titanio que será enterrado en algún sitio de la ciudad de Buenos Aires hasta el 25 de Mayo de 2210, fecha en que la cápsula será abierta por quienes estén habitando la tierra en ese momento 😉
Para aquellos con poco tiempo para imaginar qué les gustaría legarles a las generaciones futuras, el proyecto te permite responder un simple cuestionario (en video) desarrollado con el objetivo que tus respuestas sean relevantes para alguien que las escuchará 200 años después.
Para ser parte del futuro hay que registrarse en este enlace: http://www.capsula2210.com/registrate/ llenar el formulario que allí figura y comenzar a ser historia.
Pensaba, que de alguna forma todos construimos nuestras propias y personales cápsulas de tiempo, una entrada a un recital, guardada entre las hojas de un libro, un ticket de avión, arena de una playa, una simple fotografía con una fecha y un epígrafe escritos en el dorso. Hay cajones que son dignos de un arqueólogo emocional. Y las cápsulas más intensas y más perecederas, tal vez, sean nuestros propios amigos y esas brillantes noches en las que, entre copa y copa, compartimos nuestros recuerdos.
Acción amigos, a dejar su huella en esta cápsula!
Enlace: http://www.capsula2210.com
Créditos del “Proyecto Cápusla 2210”: http://www.capsula2210.com/index/creditos/