Hace unos días charlando del mundo del vino notamos que, a pesar de la recurrencia de la cerveza en lo que respecta al consumo, son muchas más las películas que presentan al vino como tema principal.
Como queríamos chequearlo rápidamente consultamos con Google, el gigante que todo lo sabe, y confirmamos nuestra teoría. Mientras que la búsqueda de películas sobre vino nos dio 47 resultados, la de cerveza nos dio solo 21 opciones. Por supuesto las listas pueden tener algunos títulos más o algunos menos pero la diferencia fue notable y nos hizo pensar ¿es rentable para los vinos, las bodegas y las regiones vitivinícolas aparecer en el cine?
Los ejemplos a continuación muestran que sí, aparecer en la pantalla grande y lograr el soñado minuto de fama les permiten a los vinos, las bodegas y las regiones vitivinícolas acercarse a los potenciales clientes.
Cinco películas en las que el vino tuvo su momento de fama
Sideways
El premiado film conocido en español como “Entrecopas” muestra el recorrido que hacen dos amigos muy cercanos que van en un viaje por carretera desde el Sur californiano hacia la más austral área vitivinícola del estado, el Condado de Santa Bárbara. Los personajes son Miles, un divorciado deprimido, aspirante a escritor y apasionado del vino y su viejo amigo Jack, un actor fracasado que está por casarse.
El éxito de esta película llevó al despliegue de propuestas turísticas en Napa Valley como “el tour vitivinícola de Miles y Jack”; en el cual se pueden visitar todas las bodegas y restaurantes que aparecen en la película y -estimamos- financiaron la misma.
Según mencionan varias crónicas una estrella en esta ruta es el restaurante Hitching Post, donde la venta de Pinot Noir (adorado por Miles) se ha quintuplicado. Sobre todo desde finales de enero de 2005, cuando la Academia de Hollywood anunció sus cinco nominaciones en los premios Oscar.
Agente 007
El fino y lujoso James Bond logró a través de sus exitosas películas de espías y conspiraciones consolidar la reputación del Champagne Bollinger. Bollinger y Bond es una de las asociaciones de marketing más duraderas en la historia de la saga. Champagne Bollinger aparece en casi todas las películas del famoso agente porque desde la primera producción se buscó un vino que combinara con el gusto impecable y la personalidad refinada de Bond.
Juego de Gemelas
En esta película de Disney de 1999 Hallie y Annie, niñas de 11 años, descubren que son hermanas y se intercambian para unir a sus padres nuevamente. El vino Where dreams have no end apareció en la película con una botella de Chardonnay en la celebración del primer casamiento de los padres de las gemelas. Este vino y los paisajes de bodegas californianos quedaron en la memoria de muchas generaciones que vieron la película potenciando la asociación de California como una exitosa región vitivinícola.
Focus: maestros de la estafa
Durante una escena en Buenos Aires Will Smith y Margot Robbie degustan un malbec mendocino. El República del Malbec, del enólogo Matías Riccitelli tiene su momento de fama en la aclamada película. Según indicó en su momento a medios locales Riccitelli, fue una sorpresa para ellos llegar a ese tipo de nivel porque la publicidad que la película le dio a su vino no era algo a su alcance económico.
De acuerdo con el winemaker, si bien sabía que la botella iba a aparecer en la película no se esperaba algo así. “Ha sido totalmente orgánico, una decisión de la producción”, declaró Riccitelli.
Vino para robar
Escogimos esta película porque está filmada en Mendoza y consideramos que las buenas críticas y los paisajes que nuestra provincia pudo ofrecer favorecieron al enoturismo. Quizás a nivel local, no por eso menos importante, esta película fue nuestro Sideway. En ella Daniel Hendler y Valeria Bertuccelli encaran un planeado robo que permite conocer lugares de la ciudad y también la poderosa cultura alrededor del vino que puede compartir Mendoza con quienes deseen visitarla.
Como conclusión notamos una positiva unión entre las historias que el mundo del vino tiene para compartir y el formato del cine que permite llegar a todo tipo de consumidores acercándolos a la vitivinicultura y la enología desde otros sentidos.
En lo que respecta a lo publicitario, el maridaje entre cine y vino también resulta prometedor, ya que como se mostró en los ejemplos el cine atrae a los curiosos a participar del mundo del vino permitiéndoles ponerse en la piel de los personajes.