Terminamos un año con muchos hechos memorables. 365, por lo menos. Motines, revoluciones, desastres naturales, crisis económicas. Egipto, Inglaterra, Libia, España, Siria, Chile, Grecia, todos hermanados e indignados. Bipolaridad política reafirmada por la mitad de los argentinos y aceptada por la otra mitad. Gobierno vs. Clarín, escándalos, escraches, acusaciones, cuentas millonarias y Bailando por un Sueño, ajeno a todo y marcando la agenda pese a todo.
Maradona dando que hablar, Grondona presidente de la AFA, algún zarpazo de Los Pumas, una selección de fútbol que desenamora más de lo que conquista, y la Copa Davis que, oportuno juego de palabras, está a Miles Davis de distancia.
Hasta aquí, un año más. Sin embargo, el poder de Twitter y las redes, el ecléctico Google social y, sobre todo, la muerte de Steve Jobs, marcarán el 2011 como un año de quiebre para la tecnología y las comunicaciones. Y River en la “B” Nacional, cómo no, sella el año de un país que vive de política, asado, medios y fútbol.
A nivel mundial fueron muchos los cambios: un sistema global en colapso y miles de hombres y mujeres que salieron a pelear por lo que creen y consideran justo. Las redes sociales, nuevas armas del pueblo y de la comunicación, hicieron posible este fenómeno como principal plataforma de difusión para organizar y convocar las movilizaciones.
Twitter demostró su valor también en el suministro de noticias, revolucionando el poder de las fuentes con primicias tan ásperas como las muertes de Bin Laden y Gadafi, la dimisión de Berlusconi, el cese de la ETA, la caída de Mubarak, el cáncer de Chávez y Cristina, o el traspaso del encastrado poder cubano. La conexión global es un fenómeno que sigue modificando nuestras estructuras: información y respuestas para todos al instante, un Google casi Dios, omnisciente, inmortal y omnipresente, el profético destierro de Mac y PC anunciado por Steve Jobs, Mesías que transformó la forma en que consumimos cultura, nos legó el iPad 2 y se elevó a iCloud, lideran las bases de una religión que tiene cada vez más devotos y menos misterios.
El bloque final de Camiroaga, los últimos versos de Sábato, el eterno solo de Gary Moore, la resaca perpetua de Amy Winehouse, el caso cerrado de Columbo, las canciones tatuadas de María Elena, el cierre definitivo de los ojazos de Liz Taylor y la inexplicable muerte de Facundo Cabral ponen a las estrellas del espectáculo y el arte en nuestra misma categoría de simples mortales.
Desde Argency seguimos viviendo y muriendo por nuestros ideales, concretando nuestras metas, sumando personas, compartiendo energías, objetivos y mentes. Sumamos clientes, innovamos en experiencias comunicacionales que fortalecieron el equipo e imprimieron un ritmo de trabajo más intenso, y a la vez osado y divertido.
Sabemos adónde vamos, y eso es necesario para no caer en baches de inmoralidad. En un mundo donde todo se compra, se vende y se comunica, hacer lo que uno siente no tiene precio. Generamos proyectos para la sociedad y nos comprometemos a sumar una Idea por Día en todo el 2012. 365 ideas para 365 cambios. Creer que se puede es parte de ese cambio, del que hablan todos para este 2012: no se trata del fin, se trata de un cambio de paradigma que late dentro de aquellos que estén listos para vivir una energía diferente, visceral, un cambio real y conectado, con más conciencia global y con menos egoísmos.
En 5 años hemos aprendido mucho, hemos tropezado otro poco, hemos ido de la mano del nuevo mundo digital sin la necesidad de pactar con nadie que nos imponga un camino. Vendemos lo que hacemos porque lo respetamos, creemos en lo que hacemos porque es reflejo de nuestros valores, somos consecuentes con nosotros y eso tiene sus recompensas. En el Décimo Aniversario de Wikipedia nos acostumbramos a volar pese a las cenizas volcánicas, y a caminar en un terreno embarrado por quienes gozan bajando el costo y el esfuerzo de su trabajo.
Indignados con esas situaciones, vivimos con esperanza. No de cambiar el mundo, sino de no cambiar nosotros. Vamos a seguir dando que hablar, vamos a seguir conectados, vamos a seguir volando y caminando, con la frente alta y sudada. Vamos a seguir en Primera, con la premisa y el compromiso de no embarrar la cancha, sino de apenas humedecerla con nuestro sudor.